Un buen testigo es el que tiene agudeza de percepción, excelente memoria, habilidad para expresarse claramente y ser veraz.
Resumiremos estas cualidades:
1. Percepción. El testigo normalmente dice haber visto o escuchado algo. La forma en que percibimos los hechos no siempre responde a la realidad. A veces creemos haber visto algo, cuando en realidad nuestra psiquis ha hecho alguna inferencia para explicarse la razón de ciertos hechos. D estaba en el parque en un banco cerca de E y F, quienes parecían discutir algún asunto. En el momento en que D se distrae mirando las palomas suena un disparo y F cae muerto. Lógicamente, cuando D vuelve la vista observa que E tiene un revólver en la mano. D le declara a la policía que él estaba presente cuando E le disparó a F hiriéndolo de muerte. Posteriormente se descubre que E simplemente trató sin éxito de evitar el suicidio de F. ¿Porqué declaró D que él vio a E dispararle a F? Simplemente porque su psiquis le jugó una mala pasada; él dedujo la explicación más lógica desde su punto de vista, desechando inconscientemente la posibilidad del suicidio.